¿En quién confías? Quizás en tu perro, en tu mejor amigo o en Tom Hanks… pero seguramente no en la nueva página web con la que te acabas de topar que te abruma con un cartel que dice “¡COMPRA AHORA, COMPRA AHORA!”
Cuando llevas una tienda online o estás empezando como freelancer, tu tarea es presentarte ante los nuevos visitantes y, en el mejor de los casos, ganarte su confianza. ¿Cómo te diferencias de entre las millones de páginas web presentes en la red y les muestras que eres justo lo que están buscando? Con estos elementos, podrás crear una página web que transmita seguridad y confianza.
1. Dominio propio
Les estás pidiendo a las personas que te den una oportunidad y apuesten por tu producto o tu servicio, ¿pero cómo esperas que lo hagan si ni siquiera tienes un nombre de dominio profesional? Por supuesto, no hay nada malo en empezar con un dominio gratuito, pero una vez que tu página web esté lista para su lanzamiento y quieras empezar a vender, es el momento de registrar tu propia URL. En el mundo virtual, es como mudarte de la cochera de tus padres.
2. Diseño sencillo y limpio
Las primeras impresiones marcan una gran diferencia cuando hablamos de confiar en una página web. Un estudio de Google sobre el comportamiento de los navegantes afirma que las personas deciden en fracciones de segundo si esa página web es la “adecuada” o no. La sorpresa no es esta, sino cómo las personas toman la decisión. Google detectó que había dos factores que influenciaban a las personas: “complejidad visual” y “prototipicidad”. Es decir, que a las personas les gustaban los diseños sencillos y familiares que se correspondían con aquello que esperaban ver.
Una página web que no es lo que las personas están esperando es como escuchar una nota musical desafinada. Crea un poco de disonancia que hace a las personas más escépticas. Por eso merece la pena seguir estas reglas básicas de diseño web.
3. Opiniones y testimonios
¿Qué nos importa lo que una persona desconocida piense de la página web de un restaurante local, de un servicio de fontanería o de un hotel? Pues sí que nos importa, porque la experiencia de otros tiene una gran influencia psicológica. Antes de dar el siguiente paso, nos gusta saber que otras personas ya lo han hecho antes que nosotros. Ni siquiera es necesario que sean personas que conozcamos. Según una encuesta reciente de consumidores de BrightLocal, el 84% de las personas confían en las opiniones online tanto como en las recomendaciones personales.
4. Logos y distintivos
Los logos o distintivos de terceros son una forma rápida de mostrar algunas “señales de aprobación” que avalan tu reputación. Puede que seas miembro de una asociación conocida, hayas ganado algún premio o tu negocio esté certificado como respetuoso con el medio ambiente. Quizás tu asociación sin ánimo de lucro entre en algún tipo de ranking de agrupaciones benéficas, o se ha dado el caso de que se ha recomendado tu local en un artículo de prensa. No importa de qué se trate, pero el hecho de que alguien ajeno a ti te avale les puede transmitir a tus visitantes más confianza.
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5. Textos auténticos
Internet está lleno de promesas que te arreglan todo rápidamente, te hacen ganar millones fácilmente o te solucionan todos tus problemas. Si quieres generar confianza, no te guíes por este tipo de servicios para redactar los textos de tu página. Una web que se presenta con una venta agresiva o exagerada puede echar para atrás a los clientes, que al fin y al cabo no son tontos.
Para las pequeñas empresas, los mejores resultados se obtienen con textos auténticos, naturales y conversacionales. Puedes empezar contando tu historia como si estuvieras hablando con una persona real. ¿Cómo empezaste, qué es lo que más te gusta de lo que haces y qué te hace tan especial? Y si puedes, pídele a un amigo que lea tu texto para que te diga si reconoce tu esencia en él.
Si te das cuenta de que estás cayendo en los prototipos de marketing (“¡sector innovador!”), utilizas afirmaciones vagas (“somos la solución número uno”), recurres a clichés (“la oportunidad de tu vida”) o abusas de los signos de exclamación (¡¡¡…!!!), puede que sea el momento de volver a redactar.
6. Números reales
Los elementos visuales y una buena redacción son clave, pero pueden resultar mucho mejores si los complementas con números reales. Indica cuántos años llevas trabajando en el negocio, la cantidad de clientes que han confiado en ti o la cifra de productos que has vendido. Al fin y al cabo, hay un motivo por el que McDonald’s tiene un cartel que lee “Miles de millones de hamburguesas servidas”.
7. Políticas claras y seguridad
Cuando hablamos sobre confianza, gran parte de lo que pensamos se traduce en “¿Me atrevo a darle mi dinero a esta persona?” Como cliente, es una gran decisión que debes tomar ante una página web que acabas de ver por primera vez. Por eso existen varias pautas que puedes seguir para que tu tienda online se vea aún más segura y fiable.
Por suerte, todas las páginas web Jimdo cuentan con el protocolo de seguridad HTTPs, por lo que la información de tus clientes está asegurada. Por otro lado, también es una buena idea recibir los pagos utilizando las plataformas de pago más seguras y extendidas, como PayPal y Stripe. Existen además una gran cantidad de plataformas para donaciones que les permitirán a las personas contribuir con tu causa de forma segura sin tener que recurrir a enviarte un cheque.
Además de las formas de pago, es recomendable tener por escrito tus políticas de envío o de pago y tus condiciones de uso. De esta forma, todos los clientes verán que no hay gato encerrado y se convencerán de que no les vas a engañar.
Define claramente tu política de devolución, cuánto tarda un pedido en llegar y cualquier otro tema relevante para tu producto o servicio. Una página de preguntas frecuentes es perfecta para ello. Incluir condiciones bien hechas muestran que tienes experiencia en lo que a una tienda online se refiere y te presentan como a un profesional y no como a un novato. Por tanto, no dudes en echarle un vistazo a nuestro Generador de textos legales para obtener tus textos.
Si estás vendiendo online, recaudando fondos o intentando atraer a más clientes, inspirar confianza es tu mayor objetivo. Con muy poco esfuerzo, tu página web puede transmitir las señales adecuadas y hacer que las personas se sientan cómodas comprando en tu tienda online.