¿Estás pensando en dejar tu trabajo y comenzar a trabajar de manera independiente? No eres la primera persona que se lo plantea.
La mitad de los trabajadores del mundo son autónomos, concretamente un 48%. Sin embargo, este dato encierra una gran disparidad entre países. En España hay un 16% y está por encima de la media de la UE, pero hay lugares con menos trabajadores independientes, como en las monarquías del Golfo Pérsico, donde no llegan al 5%. En el lado opuesto está África, allí casi la totalidad de la fuerza laboral recae sobre los trabajadores por cuenta propia. Así lo reflejan las últimas estimaciones de 2018 que la Organización Internacional del Trabajo ha elaborado con datos del Banco Mundial.
Sin embargo, el trabajo independiente no es para todo el mundo. Aquí tienes 5 preguntas importantes que debes hacerte antes de ingresar a este mundo:
- ¿Puedes costear el comienzo?
- ¿Has sacado cálculos a largo plazo?
- ¿Eres una persona sociable?
- ¿Tienes la experiencia necesaria para trabajar como freelance?
- ¿Eres capaz de separar tu vida laboral de la personal?
1. ¿Puedes costear el comienzo?
Antes de conseguir el primer cliente, deberás pasar tiempo realizando tareas como las siguientes:
- Crear una página web
- Promocionar tus servicios
- Crear redes de contactos virtuales
- Buscar plataformas de trabajo freelance
- Convencer a nuevos clientes
Este tiempo no será remunerado, por lo que ¿cómo cubrirás tus gastos mientras creas tu negocio? Con ahorros. Debes tener ahorros para mantenerte durante tres meses (o más), mientras buscas trabajo.
Esto puede parecer mucho, pero sin un colchón financiero es más probable que aceptes trabajos que demandan muchas horas por muy poco dinero, y esto hará que te canses antes de montar tu negocio.
Si no tienes ahorros, una buena opción es comenzar a crear tu propio negocio mientras tienes otro trabajo. De esa forma, podrás aprender el oficio, crear una lista de clientes o tomar decisiones empresariales sin dejarte influenciar por el dinero.
2. ¿Has sacado cálculos a largo plazo?
Cuando comiences a trabajar por cuenta propia, tendrás que administrar todos los costes que normalmente cubriría un empleador, incluidos el equipamiento, los impuestos, la atención médica, el seguro empresarial, los días de vacaciones y las bajas por enfermedad. Entonces, debes tener la certeza de que puedes hacer lo siguiente:
- Cubrir todos los costes esenciales y
- Alcanzar tus objetivos económicos.
Es importante tener en cuenta los ingresos disponibles con los que desearías contar, cuántas horas quieres trabajar y cuál es la tarifa vigente de tu sector. Para saber más sobre cómo calcular tus tarifas, lee nuestro artículo sobre cómo calcular tus tarifas por tu trabajo como freelance.
En nuestro artículo cómo reducir los gastos de tu empresa en tiempos difíciles podrás encontrar una lista de gastos comunes de empresa para considerar.
3. ¿Eres una persona sociable?
Sin jefe, ni políticas de empresa, ni trayectos engorrosos al trabajo. El estilo de vida freelance suena al sueño hecho realidad de una persona introvertida, ¿verdad? Pues bien, resulta que no es tan así.
Si estás pensando en trabajar como freelance a jornada completa porque detestas tener un jefe, no te gusta tratar con gente u odias las confrontaciones, aquí te dejamos algunos hechos reales sobre el estilo de vida autónomo que debes tener en cuenta:
- Los trabajadores freelance no tienen jefe… tienen varios. Tendrás que rendir cuentas ante todos los clientes, subcontratistas y proveedores con quienes trabajes o que quieran tus servicios.
- Debes esforzarte por construir relaciones si quieres tener éxito. Aunque existen muchas formas de obtener trabajo como freelance, la más exitosa con diferencia es creando redes de contactos. Puedes conseguirlo conectando con otros trabajadores freelance y clientes potenciales en eventos de networking en persona (echa un vistazo en los sitios como MeetUp para encontrar eventos en tu zona) o bien en eventos “virtuales” en LinkedIn. En mi carrera como freelance, las recomendaciones de otros colegas autónomos y el boca a boca han sido la mejor fuente de trabajo regular.
- Los trabajadores freelance deben encargarse de gestionar los proyectos de principio a fin. Esto significa que deberás lanzarte al mundo y hablar con gente que no conoces, presentar tu negocio a clientes nuevos, vender tus servicios y negociar tus tarifas freelance, gestionar proyectos y clientes, y resolver conflictos cuando las cosas no vayan según lo planeado. Si quieres dedicar todo tu tiempo al trabajo que amas y no a todo lo otro, entonces puede que el trabajo como independiente no sea para ti.
Si esto te suena como una pesadilla, no quiere decir que no debes trabajar como freelance. Lo mejor es tantear el terreno del lado ajetreado del trabajo freelance o incluso asociarte con personas que puedan encargarse de lo que a ti no te gusta
CONSEJO: No necesitas hacer todo por tu cuenta. Para el comienzo, existen muchas herramientas online para freelancers que puedes utilizar para automatizar tareas diarias. Una vez que aumenten tus ingresos, puede que te interese delegar las tareas que no son tu punto fuerte (como la actividad en las redes sociales o la declaración de renta) a un asistente virtual u otro profesional. De esta forma, podrás enfocarte en lo que te sale mejor.
4. ¿Tienes la experiencia necesaria para trabajar como freelance?
Cuando eres tu propia empresa, la responsabilidad es toda tuya. Por tanto, cuando un cliente te paga por un proyecto, debes contar con los medios necesarios para entregar lo pactado.
Todos los trabajadores freelance han experimentado alguna vez el síndrome del impostor (la sensación de que no tienes las habilidades o calificaciones para hacer bien tu trabajo), en especial en la etapa inicial. Por eso, aquí te damos algunos consejos sobre cómo evaluar tus habilidades de forma objetiva.
- Lee descripciones de puestos de trabajo similares. ¿Consideras que puedes compararte con diseñadores gráficos principiantes o con escritores más o menos experimentados? Busca estos puestos en portales de empleo tradicionales y verifica qué tipo de habilidades, características y responsabilidades se necesitan. Si bien no es una fórmula matemática con éxito asegurado, se trata de una buena forma de conocer cómo podrías adecuarte al mercado.
- Échales un vistazo a páginas web y portafolios de otros trabajadores autónomos. Busca otros freelancers que se dediquen a lo mismo que tú (quizás ya los tengas como contactos en LinkedIn) y échales un vistazo a sus portafolios web y sus páginas de precios. Intenta no hacer comparaciones tan estrictas, piensa que cada persona tiene algo diferente para brindar. Sin embargo, si consideras que no estás a la altura de la mayoría de los proyectos, quizás primero necesites reforzar tus habilidades y tu confianza con respecto al trabajo.
Si decides seguir en relación de dependencia por un tiempo más, ¡no te frustres! Prueba seguir estos consejos y, después de seis meses, vuelve a evaluarlo. Apúntate a todo tipo de capacitación laboral, lee sobre las tendencias actuales en tu industria o participa en cursos online.
5. ¿Eres capaz de separar tu vida laboral de la personal?
Si vas a trabajar de forma independiente, es indispensable que puedas diferenciar el trabajo de tu vida personal. Y eso puede resultar complicado, ya que existen clientes que podrían apostar por ti (no marcas anónimas) y tú, quizás, volcarte con ellos más allá de lo profesional. Si surge algún problema, puede resultar difícil no dejar que te afecte de forma personal.
Por ejemplo, si trabajas en relación de dependencia, resulta más fácil echarle la culpa a otros con frases como “Lo siento, las órdenes vienen de arriba” o “Si pudiese, lo haría, pero no depende de mí”. En cambio, si trabajas de forma autónoma, deberás poder dar la cara por ti y por tu empresa. Eso puede significar levantar el teléfono para preguntarle a tus clientes favoritos por qué hay facturas que ya figuran vencidas, decirles a tus clientes más antiguos que has aumentado tus tarifas o hacer frente a críticas negativas en cuanto a tu trabajo.
Una forma de protegerte y de proteger a tus clientes es contar con un contrato freelance. Sin embargo, incluso de esa forma, en algunas ocasiones deberás mantenerte firme sobre esos términos contractuales sin perder el sueño.
Recuerda esto antes de comenzar a trabajar de manera autónoma
Existen muchas razones por las que decidimos trabajar de forma autónoma. Quizás anhelamos horarios flexibles para trabajar, más tiempo en familia, más opciones o el poder para establecer nuestras propias tarifas.
Sin embargo, recuerda que trabajar de manera independiente es más que un trabajo. Estarás dirigiendo una pequeña empresa. Por eso, es importante que seas realista sobre el tiempo tienes disponible y qué es lo que podrás lograr desde un principio.